TRAVESTISMO

Las hermanas Oliver junto a sus amigas Grau se disfrazan para Carnaval, pero también durante el año. En especial les divierte travestirse de varones; cuenta en enero de 1895 en su Diario:

“Martes 22 enero –(…) Después de cenar tocamos el piano y bailamos -. Catalina, Elvira y Amelia se vistieron de hombre y fueron por la calle” Apuntes 1 p.070

En abril de 1897:

“Vinieron con el 1er tren Pastora, Ernestina, Alejandra (…). Nos vestimos de hombre y papá nos retrató. Estuvimos tomando el fresco. Después de almorzar Papá nos volvió a sacar encima de la parva, encima de la escalera etc.” Apuntes 1 p.171

En la Buenos Aires de fines del siglo XIX se impide a la mujer de clase media andar de día sola por la calle, salir por la noche sin un varón, estudiar o educarse para un trabajo o profesión… vivir en definitiva por sí misma y para los intereses propios. Por eso, la idea de pensarse (y a otras mujeres) como varón no resulta disparatada. 

En Europa desde principios del XIX varias autoras necesitan pseudónimos masculinos para ser leídas: George Sand (Aurore Dupin 1804-1876); Currer, Ellis y Acton Bell (las Brontë: Charlotte, Emily y Anne 1816-1855); George Elliot (Mary Anne Evans 1819-1880). Esto sucede también en Argentina. En diciembre de 1905, en el tomo 4 de su Diario, Josefina dice:
 

“Sábado 30- Eran más de las 12 de la noche cuando concluí la lectura de la novela Stella que he leído en dos días sin perder línea. Su lectura me ha producido la más viva simpatía por su autora. Hacía años que no leía un libro que me gustara y conmoviera tanto.”

Stella fue una novela publicada en Buenos Aires en el año 1905 bajo el seudónimo de César Duáyen. Alcanzó un éxito inmediato en la historia de la literatura nacional y resultó un bestseller, por lo que se tradujo a varios idiomas.
Muchas otras vivieron, como la escultora Camille Claudel (1864-1943), a la sombra de un varón (Auguste Rodin); o de un marido como Clara Wieck de Schumann (1819-1896), compositora y pianista, que dice: “Alguna vez creí que tenía talento creativo, pero he renunciado a esta idea; una mujer no debe desear componer. Ninguna ha sido capaz de hacerlo, así que ¿por qué podría esperarlo yo?”
También en Argentina mujeres pioneras llevan una vida profesional por la que padecen burlas, hostigamientos en diarios y revistas, quedando como antimodelos perfectos para sus contemporáneas. Como les sucede a Juana Manso (1818-1875), Cecilia Grierson (1859-1934), Julieta Lanteri (1873-1932) o Juana Manuela Gorriti (1818-1892), que escribe “las dificultades infinitas que las faldas encuentran en todo”. 

El carnaval aviva siempre el carácter transgresor y festivo de Josefina que, junto al contexto adverso en el cual se desarrolla la mujer esos años, influyen en su mirada hacia sí misma y hacia los otros respecto al género. Deja este relato:

“Domingo 8- Día muy lindo. Entierro de Carnaval.(…) Pepe se fue a cazar y yo me disfracé de hombre teniendo un sucés d’estime*. Vino poco después Pepe y lo emperegilé con un traje mio, la Porota se puso su traje de papel y despues de enmamarrachar al abuelito también, nos dedicamos a perpetuar por medio de la fotografía el recuerdo de nuestra humorada. De público, toda la gente de la cocina, Luis, su mujer, hijos y hasta el peón celebrando la escena” Diario 4, p.257 y 258, marzo 1908
*éxito de crítica

Josefina Oliver y Pepe Salas con sobrina, copia iluminada JO, San Vicente, Pcia. Bs. As

Más tarde Josefina envía una postal a su hermana Catalina, con su autorretrato travestido, contando que es un amigo de Pepe, el marido. El disfraz y el texto son tan convincentes que, si no se la hubiera visto a ella con el mismo traje en una foto con el marido vestido de mujer, su broma sería absolutamente creíble.

Autorretrato trasvestida, copia iluminada Josefina Oliver, San Vicente, Pcia. Bs. As.

Esos días de carnaval, y con motivo de su ida definitiva a España, saca fotos “con los trajes trocados” a sus sobrinos:

“Viernes 25- Toda esta semana la he dedicado á sacar vistas, interiores, retratos. Ayer saqué á la nena de varón y á Pedrito de nena. Anteayer á Arito de diarero” Diario 4, p.413, febrero 1910

Sobrinos García Oliver trasvestidos, copia iluminada Josefina Oliver, San Vicente, Pcia. Bs. As.
Con los trajes trocados la Nena y Pedrito, copia iluminada Josefina Oliver, San Vicente, Pcia. Bs. As.

También Pepe, su marido, se presta al juego poniéndose la malla de Josefina, junto a su cuñado Genaro García, con máscara:

Pepe Salas con traje de baño de Josefina, copia iluminada Josefina Oliver, San Vicente, Pcia. Bs. As

Ocho años después, de regreso de España, durante el carnaval en Adrogué, Pcia. de Buenos Aires, su hijo Pedrito aparece de dama antigua:

Pedrito Salas Oliver trasvestido de dama antigua, copia Josefina Oliver, San Vicente, Pcia. Bs. As.
Pedrito Salas Oliver travestido y hnas, copia Josefina Oliver, San Vicente, Pcia. Bs. As.

Y cinco años después, ya en Mallorca, apunta:

"Lunes 3 - … Hoy saqué varias fotografías a los chicos. A Beleta de mantilla y peinetón, a Juanita de varón y á Pedrito de niñita. Estaba preciocísimo" Diario 6, p.320

“Domingo 16 - … A las 11 vestí a los tres chicos con mantones y á Pedrito de mujer y les saqué varios retratos. Vinieron Isabel R y Miguel con Joanet. A éste también lo vestimos de nena y le saqué unas fotografías” Diario 6, p.323, septiembre 1923

Pedro Salas Oliver travestido, copia Josefina Oliver, San Vicente, Pcia. Bs. As.
Juanita Salas Oliver en el sillón; con mantilla su hermana Isabel; con sombrero, collar y muñeca, su hermano Pedrito, to